lunes, 18 de mayo de 2009

Hoy me llamo Mario

yo queria un abuelito mario, uno que mirara con ojos de niño, uno pa ponerle boina y salir a barear. Lo quise desde siempre, no solo porque me presento a otros poetas como el roque dalton o rafael barret, tambien porque me hizo pie para que mire al otro lado del muro a la poesia, y me regalo su compañía cuando mas solo estaba.
Y claro, fue el quien me enseño a esperar que la alegria tire piedritas contra mi ventana (y a abrirla), quien me dio fuerza para guardar la angustia en su escondite. Con el me desprendi de la obligación de estar alegre y a porfiar en la loca esperanza de desactivar la lapida con el sembradío, la guadaña con el clavel, a comprender que el hombre es eso, esa batalla.
Perdonenme que no siga, las lagrimas no me dejan ver lo que las manos se niegan a escribir. Dicen que murió ayer en montevideo. Pero yo me niego a despedir a mi abuelo-compañero Mario Benedetti. Porque cuando dios o pichuco o quien sea toma entre sus manos la vida bandoneon y le sugiere que llore o regocije, uno siente el tremendo decoro de ser tango, y se deja cantar y ni se acuerda, que alla espera el estuche.
Dejame que te diga, mi viejo, que vos tambien llegaste temprano, demasiado temprano, a una muerte que no es la tuya y que a esta altura no sabra que hacer con tanta vida.

Poema en audio: Bandoneón - No tan gotán de Mario Benedetti por Mario Benedetti. Canto: Daniel Viglietti.