lunes, 16 de noviembre de 2009

Pequeños vouyeurismos cotidianos

Enlatado camino del trabajo
procuro otear el diario
que lee
mi vecino de asiento.
Muy preocupado,
porque se le pueda gastar
la tinta,
entrecierra el pasquín protegiendo
su inalienable, sagrado,
derecho de propiedad
para leerlo metiendo la cabeza
en medio de las hojas. Ñandú!.

Subo las escaleras
esperando la explosión
pero arriba no hay Tribunas
ni a mi lado va Palermo.
Me guardo las manos
en los bolsillos
ninguna multitud ruge mi nombre
y no hay a quien agradecer
el "Ole ole ole Cuaji Cuaji"
que endulza mis oídos.

Camino Lento. Camino.
Al pasar por la obra
me llevo los acordes
de una música que el melómano
no dudaría en calificar
de polución auditiva
pero a mi me mueve las piernas
mientras me alejo cantando.

Tras las horas

de productiva alienación
el gusto de la Porción de Guerin
se mezcla con la frescura
del beso que robo a dos amantes
parados en el anden
de la estación Callao.
Subte D.

El sol cae sangrando
cerca del Puente Lanoria
herido por el contacto
con las tinieblas.

Llegando a casa escucho
el retumbar de tacos
en la vereda sucia y despareja.
Giro la cabeza

prendido al sueño de tu paso
trayéndote de vuelta.

Ya debería saberlo
La suerte del principiante
no puede durar.
En tu lugar,
una extraña asustada
por el amor incandecente
que enciende mis ojos
ensaya una Carrerita

al pasar junto a mi.

Supongo que el espejo,
condolido, me miente
solidariamente.

Mientras soy teletransportado
a mi guarida del septimo piso
me llega el olor sabroso
de la cena que la vecina

del 5to B
prepara para el mamerto del marido.
Su risotada tinellizada,

lo denuncia
despanzurrado en el sillón
posando como amo de casa.

Antes de abrir la puerta

siento la alegría de Chicha PP
que ladra, olisquea, gimotea
y al verme saluda
moviendo mucho más que la cola.

Esta claro que por fin
estoy en casa.

De ahí en mas

seré asaltado
por las experiencias espectrales
de los recuerdos que,
tozudos
me acechan desde cada rincón,
en cada Libro,
y despues aguardan
en tu lado de la cama.

4 comentarios:

Diego M dijo...

Ah bueeeeeno!! uno mejor que el otro. ¿Será ésta la definitiva vuelta del chicoavena?
-El del diario para mí que se escondió porque leía Clarín =P
-El segundo poema está para Gambeteando!
-El del sol está muy muy bueno
-Y el último es una joya, pero en serio eh!!

Después de escuchar o leer a tantos que no sé de que me están hablando, te agradezco infinitamente por tu poesía, Cuaker.

Abrazo!!

cuakerboy dijo...

Mi querido amigo Morron! uste siempre me alimenta con sus pases/comentarios. Como no va a querer estar ChicoAvena si hay encuentros!!
Te abrazo (gol de ultimo minuto y con la mano)
Cuaker

josé lopez romero dijo...

hacía un rato largo que te leía che Quaker, me permito una vieja afinidad que creí percibir, y le di un repaso a tus "maestruras" yaquí me detuve porque era ineludible, un abrazo y me alegro por mi, al haberte leido nuevamente.

josé lopez romero dijo...

(Debía ser) hacía un rato largo que no te leía, el apuro no es buen consejero, ajaj