Cae la noche en cualquier lugar. Aquí, en el inframundo, un ejercito de espectros recorre las calles buscando un sitio donde abandonarse.
Los no vivos se juntan, quizas para compartir el calor, y se amontonan en plazas e iglesias portales y andenes.
Entre ellos reconozco a un pibe que, otra vez, tendrá por colchón el piso. En sus sueños no hay
venturosos futuros. Sueña que hoy duerme en una cama y que no sueña que ahí viene el escuadrón.
2 comentarios:
Tus letras sacuden. Y eso es mucho decir en éste mundo dormido.
Emocionante, realidad lamentable que duerme esta noche, en una hermosa poesía y no en la calle.
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