Nadie que hable
seriamente por futbol
merece respeto,
afirma Sebrelli.
Un hombre bajito,
con cara de poca concha
y peores amigos,
que se deja ver por la tarde
en el cafe splendid ateneo
- Bien cerca el bambino,
mantecoso convicto
indultado por obra y gracia
de su majestad La Pelota.
2 comentarios:
Si yo filmaría y necesitara a un sepulturero llamaría a Sebrelli, sin duda. Qué cara! Mira una pelota y la marchita.
Buenísimo!!!
Sebrelli y el bambino en el ateneo splendid!!Vidas paralelas jaja!!Nuestra ciudad nos encuentra no juntos, peros sí revueltos
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