El tiempo es una trampa
cuando se nos presenta como linealidad
clausurando los posibles renaceres.
Así concebido, presos del reloj
nos impone la obligación
de no "perder tiempo"
bajo el mandato que reza
"time is money".
Me permito pensar que existe
una alter-temporalidad
que habilita las posibilidades del encuentro
y en la que la vida resulta un devenir
transcurriendo en una suerte
de circulos espiralados
a la que, por funcionar a traves
de ciclos que se suceden,
me atrevo a llamar tiempo natural.
Este espacio nos permite descreer
en el paso del tiempo (y en las victorias de muerte)
a la vez que supone que solo hay lugar
para disfrutar el recorrido.
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