jueves, 4 de febrero de 2010

La paz no es quietud

Fue.
Cansado ya
de ser salvaje,
Mastico
incontables ganas
de extinguirme,
rumiando
aquel tiempo
en que la vida
era, todavía
desmesura
y buscaba nombrar
a los hombres
que devoran canibales.

mi reconocimiento a Guillermo Casas por la idea del final.

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